3/7/08

Paysandú en imágenes


Por medio de esta pequeña muestra he querido traer al presente vivencias pasadas de un Paysandú de ayer.
He querido rendir homenaje a hombres y mujeres que no vacilaron en sacrificar sus vidas en pos de la libertad de nuestro pueblo.
La Plaza, la Basílica, antes Iglesia Nueva, la Jefatura de Policía (casa de la Policía) son mudos testigos de los episodios de sangre y devastación de una ciudad que había dejado atrás sus rancheríos y que iba floreciendo con la construcción de magníficos edificios.
Detengámonos a pensar que esta hermosa ciudad en la que hoy vivimos placidamente está cimentada en el heroísmo, en el sacrificio y el trabajo de hombres iluminados tenaces, que brindaron todo su saber y su esfuerzo en pos del progreso de este suelo.
Es bueno detenerse a pensar, dejar volar nuestra imaginación a tiempos pasados soñando que están observando ese Paysandú de ayer.
Ver transitar los tranvías a caballo sobre el empedrado anunciando la llegada con su corneta.
Las damas con suntuosos atuendos en las noches de gala del Teatro Progreso.
Conocer los saladeros donde se faenaba tanto ganado y con métodos rudimentarios como el secado de la carne en los varales.
Los molinos harineros, las primeras barracas, los comercios mayoristas que en su propaganda ofrecían artículos tan diversos que hoy causarían nuestro asombro.
La primera línea ferroviaria con sus vaporeras a carbón de piedra.
Deseo que mis pinturas puedan transportarlos al pasado y vivir momentos de antaño.
Mientras el pincel se desliza y el óleo va manchando la tela yo estoy pensando en el pasado de la Heroica Paysandú que hace más de 50 años me recibió para hacer realidad mi vocación de docente y en la que formé una familia feliz.